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Hoy necesitaba un rato a solas. Este rato. Ahora. Este momento. Mi momento... Estos días ni siquiera sé qué escribir. No salen las palabras y a ratos siento que nada tiene sentido. Y a ratos sí y solo quiero vivir...Y a ratos me duermo. Penúltimo día de trabajo, penúltimo día de rutina. Me he sentido triste y a la vez contenta cuando tras el mail de despedida han contestado algunos de mis compañeros. Recordando todos esos momentos de risas. Me llevo un gran recuerdo de estos 2 largos años. GRACIAS. No me cansaré de decirlo. Han pasado tantas cosas, he vivido tantas historias diferentes ahí dentro. Cómo olvidarlas? Cómo olvidaros? He conocido gente especial que me llevaré conmigo siempre. Y que los buenos no desaparecen, se quedan contigo. Y yo me quedo con muchos de vosotros, por estar ahí incondicionalmente y desinteresadamente, por hacerme reir, por aguantarme... Y mañana el último día que dará paso a una nueva rutina. Y me asusta y como siempre me gusta que me asuste. Estaba demasiado dormida, demasido comoda. Pero mi interior esta revuelto, demasiado revuelto. Cambio de trabajo, despedida del verano...tus ojos... Prometes cosas que no cumples y yo me las creo. Dejas que sueñe y luego caigo de la nube...Duele soñar despierta cuando estás tan lejos de tus sueños y duele que alimentes esos sueños cuando sabes que no puedes. Cuando no estás, cuando te pierdes y me regalas silencio...llevate mis sueños, no los quiero. Me ahogo cada vez que te pienso...llevatelos lejos.