23 agosto 2007

ViDa

Es la vida, el día a día.

Y la cabeza que da vueltas y a veces que se pierden los sueños. A veces que se olvidan las cosas, que se duermen los sentidos. Que aparece el miedo.

Corazones con demasiadas heridas, demasiadas cicatrices que todavía molestan, que tal vez la sal del mar aviva.

Y todo eso no es más que vida. Que el dolor existe porque estamos, porque somos, porque hemos vivido.

Vida...

4 comentarios:

Sandra dijo...

Que razón hay en tus palabras...la vida plena consiste en los dos polos...en el bello y en el sufrimirnto..y se retroalimentan el uno al otro... debe haber cabida para los dos... aceptación...y sobretodo.. aprendizaje...de aquel dolor..que nos resulta por instantes..por segundos insoportable..
Besos Lluna..

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Hay dolor porque se ha vivido, solo por eso.

Esto no es un cuento con final feliz, no hay príncipes maravillosos y perfectos, no hay
“... y comieron perdices”, porque la vida es la segunda parte del cuento.

Lo importante es no quedarse anclado en el dolor; las cicatrices son el recuerdo de todas las vivencias, pero todos las llevamos, unos más profundas, otros menos, pero están ahí.

Besos y buen fin de semana.

Fer dijo...

Me encantó tu escrito amiga, me hizo acordar a una ocurrencia que me dejaste hace poquito. Hermoso! besitos, cuidate mucho

Anónimo dijo...

las cicatrices del pasado...cimientos del futuro, de un futuro mejor.
Lo único bueno de lamerse las heridas es lo que su sabor salado nos enseña