29 octubre 2006

AdiOs

Hay veces en las que es necesario decir adiós. Un adiós callado, en silencio, perdido...Un adiós interior, a escondidas...

No hay valor para gritarlo. No es posible, no puedo hacerlo...No puedo decir adiós ni siquiera en sueños.

Sé que es necesario, se que debo gritar, tener valor. Sé que tengo que hacerlo. Sé que debo arrancar mis alas de este lugar y volar más lejos...

Sé que tengo que hacerlo. No puedo. No quiero. La verdad es que no quiero decir adiós a todos estos sentimientos. Pero me ahogan. Lo cierto es que me ahogo. Duele. Todo esto duele. Que no soy ninguna piedra. Que ya estoy harta. Que yo también siento.

Te digo adiós en voz baja. Que más alto no puedo...que lo he intentado, que no tengo fuerzas...

Lágrimas. Ni siquiera aparecen. Porqué no soy capaz, porqué ese adiós no llega. Solo hay millones de "hasta luego" que arañan el alma.

Dime adiós. Dilo tú y déjame libre. Deja que siga volando en mi soledad, esta soledad que ya conozco. Vete lejos si no vas a quedarte a mi lado, vete lejos.

No se que clase de presente estoy viviendo. Y eso ya no es culpa tuya...que hace tiempo que voy sin rumbo, sin perderme y sin encontrar aquello que ni siquiera ya busco...Que no sé que pasará mañana, que no sé a qué espero...

Adiós...que cuesta, que duele, que ahoga....y se oscurece el cielo y no sale ni la luna...pero tal vez ese vacio pueda traer color a mis días, a ese gran interrogante que es mi mañana.

Adiós...y lo escribo y no puedo ni leerlo...que duele.

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